Fascismo, populismo de derecha y nacionalismo reaccionario. El Front National y su transformación en el siglo XXI

Octavio Humberto Moreno Velador11; Jose Mario Minutti Sierra2, 2

Sin institución, Sin institución, Sin País

1* Profesor-investigador. Doctor en sociología. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
2* Estudiante de la licenciatura en Relaciones Internacionales, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.


Resumen

En este trabajo se presenta una propuesta de caracterización y análisis del Front National francés a través del concepto de nacionalismo reaccionario. Partimos de comparar los conceptos de fascismo, populismo de derecha y nacionalismo reaccionario en sus características más importantes para considerar su viabilidad en el análisis de la derecha francesa del Front National. Posteriormente con base en el análisis de elementos de su discurso político, historia, programa contemporáneo y liderazgo presentamos un análisis de este partido y sus tendencias político-partidistas contemporáneas.

47. 2020 ; (49)

Keywords: Palabras clave derecha radical, fascismo, populismo, nacionalismo.
Keywords: Keywords radical right, fascism, populism, nationalism.

Introducción

Un fenómeno de actualidad e importancia en la política internacional es el crecimiento de partidos y gobiernos de derecha radical en numerosos países del mundo. En Latinoamérica tras el auge del progresismo en países como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Argentina y Uruguay (1999-2015) en la actualidad vemos una baja en su influencia. De igual manera desde 2015 se ha podido observar una serie de triunfos electorales de candidatos de derecha en países como Argentina en 2015 con Mauricio Macri, Guatemala en enero de 2016 con Jimmy Morales, en Ecuador en mayo de 2017 con Lenin Moreno, Honduras en enero de 2018 con Juan Orlando, en Costa Rica con la victoria de Carlos Alvarado en Mayo de 2018, en Brasil con la llegada de Jair Bolsonaro en octubre de 2018, en Colombia con Iván Duque en agosto 2018, en Paraguay con Mario Abdo Benítea también en agosto de 2018 y en El Salvador en febrero de 2019 con Nayib Bukele. En Norteamérica vemos una presencia fortalecida de partidos radicales de derecha como el Conservative Party en Canadá o el Reform Party en Estados Unidos de Norteamérica, además de la presencia de Donald Trump en la presidencia.

En Europa central vemos como se han fortalecido diversos partidos de derecha radical obteniendo importantes espacios de representación parlamentaria desde el año 2000: Lega Nord y Alleanza Nazionale (LN) en Italia, Movimiento por Hungría Mejor, Ley y Justicia en Polonia, Alternativa para Alemania, el Freiheitliche Partei Österreichs (FPÖ) y el Österreichische Volkspartei (ÖVP) de Austria, el Schweizerische Volkspartei (SVP) en Suiza, en Dinamarca el Dansk Folkeparti (DF), el Fremskrittspartiet en Noruega, en Bélgica el Vlaams Blok, en República Checa el partido Libertad y Democracia Directa, el Partido Nacional Eslovaco, el partido Demócratas de Suecia, El Partido de la Independencia del Reino Unido, El partido de los Verdaderos Finlandeces, Plataforma per Cataluña (PxC) y Vox en España, y el Front National en Francia.

Todos estos partidos europeos a pesar de poseer diferencias importantes en sus propuestas y planteamientos, han incluido en su propuesta política aspectos como: políticas xenófobas (particularmente anti musulmanes), un discurso que busca incluir a los sectores nacionales económicos menos favorecidos, una crítica sostenida al establishment político bajo la acusación de ser corruptos y privilegiados, una marcada retórica nacionalista en lo político y lo económico, y en algunos casos posturas anti LGTB 3 .

En las ciencias sociales ha emergido el interés por estudiar este auge de la derecha a nivel internacional y encontrar conceptos para analizarlos y describirlos. Por un lado, existe una óptica que procura describirlos como “populistas de derecha” basados principalmente en el uso del discurso y en la construcción de liderazgos; por otro lado, existen otro tipo de ópticas que ven en este tipo de propuestas un resurgir del fascismo como lo conocimos en el siglo XX, considerando principalmente el uso de discursos violentos y sus posturas xenófobas ante la inmigración y la diversidad étnica 4 . Desde nuestra perspectiva consideramos que estamos ante una redefinición de los contenidos ideológicos de las fuerzas de derecha a nivel internacional, que en el caso francés podría ser descrita de mejor manera a través del concepto de nacionalismo reaccionario.

A través del uso de la política comparada como herramienta metodológica 5 en este artículo se aborda en primer lugar un análisis comparado de las categorías de fascismo, populismo de derecha y nacionalismo reaccionario, a fin de encontrar tanto diferencias como coincidencias entre los tres fenómenos. Posteriormente, tomamos como caso de estudio a la derecha partidista radical francesa Front National, para observar los cambios históricos y contemporáneos en su plataforma y propuestas políticas. Consideramos que este caso permite elucidar el paso de una fuerza política con raíces históricas en Action Française y en el fascismo francés de la Organisation de l'Armée Secrète y de Ordre Nouveau, pero que progresivamente se ha ido redefiniendo su programa y propuestas políticas hasta formar una fuerza política que se mantiene en el espectro de las derechas radicales pero que presenta novedades en su plataforma y programa político, aspectos que desde nuestra perspectiva se pueden analizar bajo el concepto de nacionalismo reaccionario. Esta última se propone como alternativa considerando aspectos como: el discurso electoral, la historia de la organización, los liderazgos personales y su programa vigente

I. Fascismo y populismo de derecha.

A partir de los estudios clásicos sobre fascismo 6 en los últimos veinte años se han desarrollado una serie de nuevas investigaciones que han diversificado la atención sobre múltiples de sus aspectos, tales como: sus raíces históricas, sus formas de socialización política, la construcción de la nación, la creación de memoria nacional, las estéticas oficiales, el fascismo como forma de religión laica, como movimiento revolucionario, como expresión modernista, etc. 7 Habida cuenta de las diferencias entre los casos (Alemania 1933-1945, Italia 1918-1939 y España 1939-1959) y los diversos enfoques que se han utilizado, una pregunta que ha movido la reflexión de numerosos investigadores en fechas recientes es encontrar posibles similitudes entre los fascismos históricos y las experiencias actuales de partidos, movimientos y gobiernos de derecha.

Desde nuestra perspectiva consideramos que para pensar la aplicación de la categoría de fascismo a experiencias contemporáneas primero es necesario revisar las políticas concretas, discursos, propuestas e ideología, en sus expresiones clásicas, para luego entonces comparar esas políticas con las que actualmente adoptan o entablan las derechas de movimientos o partidos radicales a nivel internacional.

Entre algunos de los rasgos importantes que caracterizan al fascismo del siglo XX tenemos que fue un movimiento de una inspiración modernista, ya que desde su perspectiva ideológica se planteaba la construcción de un pretendido orden moderno en lo social y lo político, expresado particularmente en su producción cultural oficial 8 ; la formulación de un fuerte discurso nacionalista presente en sus políticas económicas y su política exterior que tenía como eje la primacía del territorio y la comunidad “natural” 9 ; la postulación de una política “totalitaria” es decir que no distingue entre la sociedad y el Estado, que elimina la distancia entre lo privado y lo público 10 ; es tanto antiliberal, bajo el discurso de que la democracia y los parlamentos solo sirven para favorecer a los “políticos”, como antimarxista, al declararla como una ideología conspiracionista y destructora de la sociedad; en cuanto al partido este posee una milicia y una vez en el poder no admite la competencia de otros partidos políticos; mantiene una ideología machista que enaltece la virilidad y la fuerza; postula la idea de una etnicidad homogénea en la nación y crea una otredad basada en elementos raciales y culturales; crea redes de organización de masas mediante políticas corporativas; es belicista en función de la expansión económica y territorial; posee un liderazgo carismático que se convierte en jefe político y líder del conjunto político y social; teje alianzas con capitales nacionales e internacionales bajo la formación de un estado fuertemente interventor y dirigente de la política económica; crea una ritualidad y simbología basada en tradiciones y herencias culturales que apunta hacia ideologías imperialistas de expansión territorial 11 .

Esta diversidad de elementos da una idea general del perfil que mantuvieron los fascismos del siglo XX, formando un todo coherente que tuvo presencia en Europa Central y que no logró realizarse en plenitud en ningún otro lugar del mundo; no obstante reconocer que tanto nazismo como fascismo extendieron su influencia a nivel internacional. Aunado a esto consideramos que las particularidades de los regímenes fascistas también estuvieron fuertemente emparentados con un momento particular de la economía capitalista a nivel mundial, que dio la pauta para que estos regímenes pudieran existir 12 .

A partir de considerar la caracterización general que hemos planteado aquí es difícil encontrar similitudes completas entre la experiencia histórica fascista y las expresiones contemporáneas de derecha por más radicales que estas sean. Ante esta dificultad de asimilar al fascismo con las experiencias recientes se ha utilizado para intentar describir a los partidos y movimientos de derecha es la de “populismo de derecha”. Sin embargo, en principio el propio concepto de populismo (sin calificativo) ha mostrado ser polisémico y la manera como se le entienda depende mucho del contexto desde el que se le enuncie y del momento histórico que se tome como referencia para abordarlo 13 . Dentro del amplio universo de acepciones existentes algunas que lo asemejan al fascismo clásico o al menos al autoritarismo 14 , así como también otras perspectivas lo asocian con procesos de democratización e inclusión social ampliada 15 .

Un primer elemento que se ha planteado para abordar el análisis de populismos a nivel internacional es que estos entablan una protesta dirigida contra las élites tradicionales, que se manifiesta en la interpelación a los partidos del gobierno, además de impugnar a quienes ocupan las posiciones de poder en diferentes campos sociales. Es decir, que en general poseen una postura anti elitaria, sin necesidad de que renuncien a participar de la vida política a través de partidos u organizaciones 16 . Desde esta óptica el populismo tiene un momento democrático al reconocer la centralidad del pueblo, aunque siempre señalan la desviación ilegítima de gobernantes y élites al traicionar los valores trascendentales del conjunto político. Para el discurso populista el pueblo es el centro de la vida política y logra su extensión a través de liderazgo carismático que mediante su discurso logra movilizar a las masas. Particularmente el populismo crea una noción de pueblo propia, sin necesariamente tener mediaciones institucionales, basado en una idealización de la población y que tiende a crear una otredad dentro del propio conjunto entre el pueblo y las élites 17 .

Melzer argumenta en el mismo sentido que los populistas simplifican la realidad para manipularla, al ofrecer respuestas simples a problemas complejos, al valerse de teorías conspirativas, crear falsas oposiciones entre “los de arriba” y “los de abajo”, además de construir una noción del nosotros en exclusión del otro (minorías, refugiados, extranjeros, judíos o musulmanes), situación que lo lleva a colocarse como una ideología abiertamente de derecha 18

Otra interpretación extendida del populismo es aquella que lo asume como un sinónimo de demagogia y de corrupción en el uso del poder y los recursos públicos, en particular para los casos de América Latina. Esta perspectiva ha provenido de intelectuales y académicos que aceptaron los postulados del neoliberalismo, ya que asumen que el error fundamental del populismo es poseer “un enfoque de la economía que destaca el crecimiento y la redistribución del ingreso y menosprecia los riesgos de la inflación y el financiamiento deficitario” 19 . Esta visión considera que las políticas de Estado impulsadas por los gobiernos populistas asumieron como el problema central de su propuesta a la intención de resolver los problemas de desigualdad mediante el uso de políticas macroeconómicas demasiado expansivas. Políticas que recurrirían al “financiamiento deficitario, a los controles garantizados y a descuidar los equilibrios económicos básicos”, llevando “casi inevitablemente a grandes crisis macroeconómicas que han acabado por lesionar a los segmentos más pobres de la sociedad” 20 .

Por otro lado, en la actualidad también ha ganado preeminencia la perspectiva que lo interpreta como un fenómeno que posee su centro en lo discursivo sin hacer distinción en su raigambre en políticas características de derecha o de izquierda. Para este enfoque el populismo en lo fundamental es un estilo de hacer política, un “estilo de liderazgo (…) en el que el líder se relaciona con los seguidores, el modo en que los moviliza o el tipo de discurso que emplea” 21 . En el mismo sentido otras perspectivas lo interpretan como un fenómeno determinado por liderazgos demagógicos y corruptos, que poseen una visión y un discurso dicotómico de la sociedad: entre un pueblo bueno y una élite corrupta 22 .

Un autor como Laclau concentra la particularidad del populismo en el establecimiento de un discurso que logra interpelar a los diferentes grupos de una sociedad determinada, configurando lo que llama una “cadena equivalencial” que permite la articulación de múltiples demandas por parte de las sociedades. Esta cadena y su discurso no necesita de una ideología clara o un programa político congruente, basta con que logre unir mediante un “significante vacío” a los diferentes sectores de la sociedad para encauzarles en una dirección determinada 23 . Esta visión permite también aseverar que el populismo su ubica más allá de la izquierda y de la derecha tradicionales, al ubicarse en una pretendida pospolítica. Es decir, un discurso que no sigue ya las líneas tradicionales que separaban entre posturas políticas clásicas de izquierda y de derecha, y mostrarse que la participación de la gente en la democracia no tiene sentido. Abriendo espacio para que estas propuestas políticas se centren en un discurso moralizador que logra obtener preeminencia en la política contemporánea 24 .

En este ámbito de ideas se ha difundido particularmente la noción de “populistas de derecha” para describir a políticos y fuerzas que mantienen políticas xenófobas y antimigrantes, ideas etnonacionalistas, que proponen un fortalecimiento de la nación al volverla étnicamente homogénea, volver a valores tradicionales familiares, colocar los intereses de la nación por encima de los derechos individuales 25 . Esta perspectiva apunta a asemejar al “populismo de derecha” con el fascismo, obviando muchos de los elementos característicos clásicos del fenómeno que se pueden apreciar en el ejercicio comparativo (ver cuadro 1).


[Figure ID: gf1] Cuadro 1. .

Cuadro comparativo Fascismo y populismo de derecha.


Alternate Text: Cuadro 1. Cuadro comparativo Fascismo y populismo de derecha..
  —Elaboración propia..

La comparación de casos a nivel internacional no muestra que hasta el momento los partidos y liderazgos de derecha radical hayan presentado en sus agendas y propuestas muchos de los elementos características del fascismo del siglo XX. Si bien en sus discursos sí se encuentran elementos como el nacionalismo, el racismo, el etnicismo homogéneo, el liderazgo personal (en algunos casos), otros aspectos correspondientes a rasgos centrales del régimen político no se encuentran presentes como: partido único, corporativismo, totalitarismo, imperialismo. Así mismo, se han mantenido moderados en cuanto a las ideas expansionistas y belicistas, más aún, en cuanto a la forma política se han mantenido dentro de los límites procedimentales de la democracia, aunque sin respetar sus principios de inclusión y pluralismo. Podría decirse también en este sentido que hasta el momento ningún partido ha logrado obtener la hegemonía en sus respectivos países, por lo que tampoco podría descartarse en un futuro una radicalización en este sentido de sus propuestas 26 .

En cuanto al uso del concepto de populismo de derecha, si bien en términos descriptivos logra captar algunos elementos importantes en las experiencias recientes, también presenta algunas ambigüedades y limitaciones en el análisis. En cuanto al aspecto antielitario si bien este cumple con describir una característica de su discurso, este no necesariamente se condice con sus acciones potenciales de gobierno, además de que no logra generar claridad acerca de cuál es el contenido concreto de sus reivindicaciones, pudiendo enunciarse tanto desde una posición política de extrema derecha como de extrema izquierda. Del mismo modo la consideración del discurso popular no representa una particularidad ya que cualquier partido en elección, por más elitario o de cuadros que sea, debe buscar entablar un discurso que apele a lo popular en busca de votos y legitimidad en sus propuestas.

Del mismo modo la construcción simbólica y discursiva de un pueblo, en oposición a un no pueblo, es un fenómeno muy antiguo propio de la conformación de los estados modernos 27 . Cabría señalar que cuando se enuncia desde posturas radicales y conservadoras, se convierte potencialmente en una manifestación de xenofobia, racismo y discriminación, como se presentó en el fascismo clásico. La enunciación de un discurso de integración u otredad comunitaria es propia de la construcción de un orden social y simbólico, además de ser funcional a la cohesión y el control social 28 .

La consideración de los liderazgos personales como una característica central en los populismos, por otro lado, es una referencia que se vuelve vaga, ya que la presencia de líderes y liderazgos políticos es un fenómeno tan viejo como la propia construcción de civilizaciones humanas. Por otro lado, en la actualidad el voto se decide más en función de candidatos y sus perfiles personales que por la organización partidista (con su consabida estructura ideológica) que puedan representar, así que la existencia de liderazgos y personalidades carismáticas es un fenómeno recurrente en las democracias contemporáneas en general.

Por otro lado, pensar al populismo como un estilo de hacer política tiene su mayor ambigüedad en el hecho de que un candidato o líder pretendidamente populista puede cambiar su “estilo” sin mayores problemas de acuerdo a la coyuntura y circunstancia política imperante. Y ya que su discurso no posee una congruencia ideológica tampoco puede ser objeto de un análisis consistente y congruente desde esta premisa.

Finalmente, cabe insistir en que las perspectivas que asumen la existencia de un estilo populista deberían partir de considerar que en América Latina el populismo histórico está asociado a los casos de mediados del siglo XX (getulismo, cardenismo y peronismo) 29 y en Europa se le asocia más históricamente a gobiernos y partidos conservadores o fascistas. Por lo tanto, inherentemente existe una ambivalencia en el uso del concepto. A contrapelo de estas perspectivas sostenemos que el uso de la noción de “populismo de derecha” oscurece en lugar de aclarar el sentido actual de gobiernos y partidos de derecha radical a nivel internacional.

II. Nacionalismo reaccionario en Francia

Debido a las limitaciones que muestran tanto el concepto clásico de fascismo como el de populismo de derecha proponemos que una forma de plantear el análisis de los fenómenos de derechas radicales nacionales, es utilizar categorías de alcance medio. Para este caso consideramos que la categoría de “nacionalismo reaccionario” como una alternativa que podría servir para analizar el caso del Front National (FN) en Francia en particular.

En principio el nacionalismo reaccionario es una corriente política que se puede ubicar en el extremo derecho del espectro ideológico de izquierda-derecha. En el entendido de que la derecha ideológicamente se define como una corriente que busca mantener el status-quo de las sociedades, es proclive a mantener las desigualdades económicas, políticas y sociales imperantes en el contexto de las sociedades capitalistas modernas. No es favorable a las reivindicaciones por derechos y libertades de grupos minoritarios y de la diversidad política y social, en su búsqueda de mantenimiento del status-quo también privilegia la tradición y las costumbres establecidas como parte esencial de las estructuras políticas y sociales 30 .

Lo reaccionario es un comportamiento colectivo que se opone a los cambios evolutivos en la sociedad, contrario a la democratización y la igualación de clases y estatus, se oponen al cambio ante la posibilidad de perder privilegios, defienden su marco de valores sobreponiendo el valor de las tradiciones y las costumbres 31 . En cuanto a sus rasgos nacionalistas reivindica la pertenencia a una comunidad original territorial basada en criterios de etnicidad, raza, religión y símbolos comunes; así como también reivindica la importancia de la nación y el territorio por encima de las comunidades supranacionales y de los procesos de globalización.

Podemos entender lo reaccionario como aquella propuesta política que está dirigida

a invertir las tendencias concretas en las sociedades modernas hacia una democratización del poder político y una mayor nivelación de clase y de estatus, hacia lo que comúnmente se llama el progreso social. (…) En la Europa de tiempos de la restauración posrevolucionaria el sistema que la reacción declaraba querer defender se centraba en el principio de que el Importar tabla poder y el privilegio eran de origen divino y que el ancien régime obedecía a una ley universal trascendente e inmodificable 32 .

A diferencia del surgimiento del fascismo en Italia y Alemania, en Francia esta fuerza no fue una respuesta a una situación de crisis económica y de posguerra, sino que tiene su inspiración en el restablecimiento del Ancien Régime. Otra de las principales diferencias entre los fascismos alemán e italiano, y el nacionalismo reaccionario francés, es que en este último la nación formaba parte esencial de la estructura simbólica y social de su proyecto, mientras que para los fascismos, nación, Estado, liderazgo y masas formaban un todo indistinguible. A través de la palingenesia nacional buscaban tener una población siempre politizada y movilizada contra cualquier enemigo dentro o fuera del Estado. A diferencia del nacionalismo reaccionario que buscaba detonar la modernidad y sus expresiones liberales. El restablecimiento del Ancien Régime lograría la palingenesia de Francia.

Por otro lado, el nacionalismo reaccionario no tiene un afán de inclusión popular o poblacional masiva, su proyecto ha sido siempre un proyecto elitista. A diferencia del fascismo o del populismo, este no busca la movilización popular, su legitimidad y cohesión proviene de su apelación al orden antiguo, al de las tradiciones y las costumbres a través principalmente de dos instituciones: la monarquía y la iglesia. En general vemos como las características que presenta el nacionalismo reaccionario contiene semejanzas pero también diferencias importantes principalmente con el fascismo clásico (cuadro 2).


[Figure ID: gf2] Cuadro 2..

Características del nacionalismo reaccionario.


Alternate Text: Cuadro 2. Características del nacionalismo reaccionario..
  —Elaboración propia..

El FN modificó su nombre a Rassemblament National (RN) en 2018. Las raíces del nacionalismo reaccionario francés se encuentran en la formación de Action Francaise en 1899, originada tras el triunfo de la revolución con una agenda contrarrevolucionaria, planteando una vuelta atrás ante el proceso de modernización y del triunfo de libertades individuales y colectivas. Los nacionalistas reaccionarios se proclamaban como los poseedores de la esencia de la nación francesa y promulgaban una vuelta al orden tradicional. No buscaba una regresión simbólica de un pasado glorioso, buscaba que ese pasado glorioso volviera: monarquía, iglesia y ejército.

Por otro lado, en el caso francés no podemos hablar de la presencia de un fascismo como tal, aunque si existió un partido fascista, Le Faisceau, fundado en 1925 por George Valois y disuelto en 1928. Es destacable que en la República de Vichy que duró de 1940 a 1944, existió lo que se denominó como collaborationniste, gracias a que el mismo gobierno encabezado por el Mariscal Pétain instaba a los franceses a colaborar con el ocupante, la Alemania nazi.

El nacionalismo reaccionario se ha mantenido como una fuerza vigente pasando por la tercera república y el Asunto Dreyfus, la Primera Guerra Mundial (1919), la invasión alemana a Francia (1940) y el establecimiento de los collaborasionistes con el mando del Mariscal Pétain, las purgas de De Gaulle, la instauración de la cuarta república, la llegada de la quinta república francesa con un régimen semipresidencial encabezado por Charles De Gaulle.

En 1972 se funda el partido por miembros del grupo neofascista Ordre Nouveau con la intención de ganar por la vía democrática el poder. A partir de 1986, gracias a las reformas en el partido por parte de Jean-Marie Le Pen, se presenta una etapa de crecimiento electoral que ha perdurado hasta la actualidad, debido a la reforma del partido en 1986 y posteriormente en 2012 con llegada de Marine Le Pen a la presidencia del partido (Cuadro 3).


[Figure ID: gf3] Cuadro 3..

Crecimiento electoral en las elecciones presidenciales del FN entre 1974 y 2017


Alternate Text: Cuadro 3. Crecimiento electoral en las elecciones presidenciales del FN entre 1974 y 2017.
  —Ferrer (2015:270) & Le Monde (2017).

En 2009 el FN con Bruno Gollnisch como vicepresidente, participó de un ambicioso proyecto europeo con la creación de La Alianza Europea de Movimientos Nacionales (AMNE), creada el 24 de octubre de 2009 e incorporando a todos los movimientos de extrema derecha en Europa. Esta alianza fue precedida por Bruno Gollnisch desde 2009 y hasta que el Front National salió de la organización en 2013. Los objetivos y valores según una declaración política conjunta son: la defensa de la soberanía de las naciones europeas, la lucha contra la inmigración ilegal, la promoción de los valores tradicionales de cada cultura nacional, la preservación de la identidad nacional frente al multiculturalismo y la lucha contra los “efectos destructivos de la globalización” en las sociedades europeas 33 .

El cambio en la presidencia del Front National se dio principalmente por la avanzada edad de Jean-Marie Le Pen, quedando dos candidatos para la sucesión: Bruno Gollnisch y Marine Le Pen. Gollnish era un fiel representante de la corriente más tradicional del partido mientras que Marine se asumía como parte de una corriente reformista, defensora de los valores republicanos, de los derechos humanos y manteniendo un discurso acerca de que sus propuestas no eran “ni de izquierda ni de derecha”. Le Pen ganó con el 67,65% de los votos, generando dimisiones y expulsiones en el partido ya que a ojos de los antiguos militantes la nueva líder no representaba ni los valores de su padre ni los del partido 34 .

Para comprender este giro en el Front National cabe considerar el perfil personal de Marine Le Pen: nacida en el área metropolitana de París en 1968, hija menor de tres, experimentó el 2 de noviembre de 1976 un atentado en su casa con cinco kilos de dinamita, suceso que la marcaría para siempre. Su padre la hizo estudiar en una escuela pública parisina, para que “supiera defenderse de los comunistas y de los árabes”. Años después se matriculó en la Universidad de Assas-Pantheon para estudiar derecho. Esta universidad era conocida por su profesorado ultraderechista y ahí tendió lazos con una organización juvenil neofascista llamada Grupo Unión Defensa (GUD). A los 18 años, en 1986, se unió al partido de su padre, dejando su carrera de abogada en 1998 para asesorar al partido, año en que consiguió su primer puesto como consejera regional en el norte de Francia 35 .

A diferencia de su padre, Marine ha mantenido un discurso público moderado, con claras intenciones electorales, y ha actuado en contra de posturas y declaraciones radicales. Como ejemplo de esto, su padre en una entrevista en 1987 declaró "no digo que las cámaras de gas no existieran. Yo no las vi. No he estudiado especialmente la cuestión. Pero creo que es un punto de detalle en la historia de la II Guerra Mundial" 36 . En consecuencia, el histórico líder y padre de la presidenta fue expulsado de la organización en 2015. Uno de sus grandes defensores fue el propio Gollnisch, quien declaró que “sería percibida por muchos franceses, más allá de los votantes del Frente Nacional, como una injusticia increíble, una ingratitud asombrosa y una ruptura de una tradición política” 37 .

Como hemos visto hasta aquí, el partido dirigido por Marine Le Penn a distado poco a poco de las posiciones que mantenía su padre en algunos temas importantes. Si bien la organización sigue manteniéndose en la derecha política, como un partido nacionalista reaccionario, ha marcado una distancia clara respecto a los contenidos y propuestas políticas del fascismo del siglo XX. Así mismo, en los últimos años ha replanteado algunas líneas generales del partido para lograr tener una presencia importante en Francia, aunque estas mismas líneas incluso entren en conflicto con sus propuestas de derecha nacionalista radical.

III. La agenda reaccionaria contemporánea

La llegada de Marine Le Pen significó una transformación del partido acorde a las transformaciones y tensiones contemporáneas que se viven en Europa y el mundo, aunque manteniendo su carácter de un partido nacionalista reaccionario: contrario al igualitarismo entre las personas, favorable a los privilegios de personas definidas por su “raza” o pertenencia a una determinada nación, empática con el dominio de unas naciones sobre otras, con una ideología que acepta la superioridad de unas personas sobre otras, que asume como legítimas las visiones que declaran la existencia de pueblos o naciones elegidas y predilectas por sobre otras 38 .

La confrontación con la cultura musulmana tiene un papel importante en las actuales posturas antimigrantes, xenófobas y antimulticulturales del partido, ya que se le considera un enemigo natural de los valores republicanos e imposible de adaptar a la cultura francesa. Los atentados terroristas de los años recientes han dado la oportunidad al partido de endurecer su postura anti Islam. Casos como el del atentado de enero de 2015 contra la revista satírica Charlie Hebdo; el atentado con toma de rehenes sucedido dos días después y atribuido al Estado Islámico; los atentados del 13 de noviembre de 2015 acaecidos en los alrededores del Estadio de Francia y en el teatro Bataclan; el atentado del 14 de julio de 2016 en el que un camión de 19 toneladas conducido por un tunecino, embistió contra la gente en Niza y mató a 85 personas; el del 26 de junio de 2016 en el que dos personas pertenecientes a DAESH mataron a un sacerdote de 85 años mientras celebraba misa 39 .

Todos estos sucesos han generado una intensa irritación en la sociedad en contra de la población musulmana que no alcanza a ser ni el 10% de la población en Francia. El partido a través de un discurso del miedo ha logrado capitalizar ese sentimiento, sosteniendo que la cultura musulmana es contraria a los valores de la modernidad y de occidente, y por tanto significa un riesgo para Francia.

Por otro lado, el nacionalismo reaccionario actual dirigido por Marine Le Pen, se puede interpretar como un intento de “recuperar” la importancia de Francia como potencia política y económica en el escenario internacional. Sostiene postulados similares a los que Charles De Gaulle hizo en su época: la primacía de la soberanía nacional ante la supranacionalidad y su permanente desconfianza a los países hegemónicos. En los últimos años ha mantenido que Francia debe salir de la OTAN, debe recuperar su soberanía monetaria e impulsar una confederación europea que incluya a Rusia en su estructura 40 .

Para las elecciones presidenciales de 2017 se presentó un programa político basado en 144 compromisos con 7 secciones generales. El principal de ellos era lograr instaurar orden en un lapso de cinco años, ya que sin orden no existe democracia sana. Teniendo como principal objetivo lograr la libertad en el país y darle la palabra a la gente a través del uso de referéndums para temas públicos importantes. Las 7 secciones con sus principales postulados son las siguientes:

  1. Una Francia libre. Regresar la soberanía nacional a Francia. Ir hacia una Europa de naciones independientes al servicio del pueblo. Reformas institucionales para regresarle la palabra al pueblo y establecer una democracia de proximidad. Rehacer a Francia como un país de libertades.
  2. Una Francia segura. Restablecer el orden republicano y el estado de derecho para todos. Una respuesta penal firme y rápida. Controlar las fronteras y poner fin a la inmigración incontrolada. Erradicar el terrorismo y romper el fundamentalismo islámico.
  3. Una Francia prospera. Un nuevo modelo patriótico en favor del empleo. Apoyar a las empresas y privilegiar a la economía real. Garantizar la protección social. Actuar por el poder de compra.
  4. Una Francia justa. Proteger al 100% de sanidad a los franceses. Hacer impuestos más justos. Permitir que cada persona encuentre su lugar en la economía.
  5. Una Francia orgullosa. Defender la unidad de Francia y su identidad nacional. Una Francia que se transmita. Una Francia que cree y que irradia.
  6. Una Francia potente. Hacer respetar a Francia. Convertir de nuevo a Francia en uno de los mejores países del mundo.
  7. Una Francia duradera. Una Francia pujante agrícolamente en servicio de una alimentación saludable. Francia debe ver la excelencia en medio ambiente y transición energética. Asegurar la igualdad en el territorio y garantizar el acceso a la vivienda 41 .

Como podemos ver la mayoría de los postulados derivan en la búsqueda de la soberanía nacional y de devolver a Francia un papel importante en el mundo. Con relación a la supranacionalidad, se plantea el restablecimiento de las fronteras nacionales, la aceptación de solo 10,000 inmigrantes legales al año y la supresión de la doble nacionalidad. En el punto 30 estipula el cierre de todas las mezquitas identificadas como extremistas.

En el compromiso 122, referente a la política exterior, postula involucrar a Francia en un mundo multipolar fundado en la igualdad del derecho de las naciones. Sustentando su política internacional en los preceptos del realismo, dando a Francia un papel de potencia, de estabilidad y de equilibrio. En el compromiso 123 se postula reforzar los lazos que existen entre las personas que comparten el francés. En el compromiso 124 se plantean políticas de codesarrollo con los países de África, recordando la presencia histórica que tiene Francia en el continente, fundado principalmente en la ayuda para el desarrollo de escuelas primarias, de sistemas agrícolas y asistencia para su seguridad y defensa.

Considerando todos los elementos anteriores una novedad que sobresale es que el partido se ha vuelto tolerante a buena parte de la agenda LGTB. La explicación de este cambio está en la búsqueda de ampliar el rango electoral del partido. Por otro lado, la adopción de la agenda LGTB permitió al partido atacar al Islam, considerándolo como un peligro para las libertades individuales, en las que recaen las demandas de la comunidad que expresa libremente su orientación sexual.

IV. Conclusiones

El caso del Front National nos permite observar una serie de aspectos que resultan importantes de considerar en la discusión contemporánea acerca de la redefinición de los movimientos y partidos de derecha radical. En primer lugar, tenemos que FN tiene diferencias importantes respecto al modelo del fascismo clásico del siglo XX: no posee una organización de milicia, no propone un Estado corporativo, no tiene una abierta posición belicista, no plantea el unipartidismo, no acepta abiertamente la violencia como forma legítima de hacer política, no es antiliberal en tanto mantiene a la competencia democrática como forma de acceso al poder (al menos hasta este momento), no mantiene una postura viril y permite el acceso de mujeres al poder. Sin embargo, por el otro lado sí comparte aspectos como su fuerte postura nacionalista, una idea de nación étnicamente homogénea, una reivindicación del pasado imperialista, la noción de que existen enemigos externos que se oponen al logro de la grandeza nacional, además de la crítica a la existencia de unas élites corruptas que no son leales al pueblo. Consideramos que estos rasgos comunes, si bien no bastan para poder analizarlos como expresión del fascismo, si coloca a esta organización en el especto de organizaciones de derecha radical.

De igual manera, consideramos que la noción de “populismo de derecha” es ineficiente para analizar este tipo de fenómenos ya que, si bien la existencia de un discurso resulta fundamental en este, por sí mismo no alcanza para estudiar todo el rango de características del fenómeno. Más aún, como se ha argumentado en páginas anteriores, una perspectiva centrada en los aspectos discursivos haría a cualquier sujeto o movimiento que enuncie un mensaje de estas características como populista inmediatamente, perdiendo de vista otro tipo de elementos que en nuestra perspectiva resultan fundamentales. Así mismo la presencia de liderazgos personales y una retórica popular no bastan para poder caracterizar estos fenómenos, en tanto ambos aspectos son recurrentes en múltiples formas de hacer política a lo largo de la historia y a nivel mundial.

El estudio del FN, considerado como un ejemplo de los actuales partidos de derecha radical, nos permite observar que este tipo de formación más a un nacionalismo con raíces hondas en la historia francesa y se plantea contrario ante los postulados hegemónicos de la globalización, la multiculturalidad y la integración. Acaso los rasgos más novedosos que presenta esta organización provocado por los cambios recientes antes descritos son su fuerte postura xenófoba, antiinmigrante, fuertemente nacionalista encontrada con la globalización y las organizaciones políticas y económicas trasnacionales, una retórica agresiva con la cultura del Islam, con una propuesta económica proteccionista y nacionalista, la reivindicación del pasado imperialista francés. Otro aspecto que sobresale está el que la organización tenga una postura más abierta, aunque fuera por mero interés electoral, a la inclusión de mujeres en su dirección y la negociación con fuerzas de los grupos LGTB como forma estratégica política.


Notas
1.

fn1 Profesor-investigador. Doctor en sociología. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

2.

fn2 Estudiante de la licenciatura en Relaciones Internacionales, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

3.

fn3 Norris, Pipa, Derecha radical. Votantes y partidos políticos en el mercado electoral, España, Akal, 2009; Suárez, Tania y Hans-Peter van der Broek, “El enigma de la derecha radical populista: éxito europeo pero fracaso español”, ponencia presentada en el XII Congreso español de sociología. Grandes transformaciones sociales, nuevos desafíos para la sociología, Federación Española de Sociología, 2016, https://www.fes-sociologia.com/el-enigma-de-la-derecha-radical-populista-exito-europeo-pero-fracaso/congress-papers/3084/ Revisado última vez 19 de julio de 2019.

4.

fn4 Riemen, Rob, Para combatir esta era. Consideraciones urgentes sobre el fascismo y el humanismo, México Taurus, 2017; Finchelstein, Federico, Del fascismo al populismo en la historia, México, Taurus, 2018; Traverso, Enzo, The new faces of fascism, United States, Verso, 2019.

5.

fn5 Sartori, Giovanni, El método de la comparación y la Política Comparada, en La política. Lógica y método en las Ciencias Sociales. México: Fondo de Cultura Económica, 1984, pp. 261-318; Sartori, Giovanni y Leonardo Morlino, La comparación en las ciencias sociales, España, Alianza, 1994, pp. 29-50; Pérez, Aníbal, El método comparativo: fundamentos y desarrollos recientes, Estados Unidos, Universidad de Pittsburgh. 2007, pp. 1-36.

6.

fn6 Nolte, Ernest, Three faces of fascism, United States, Mentor Books, 1969; Laqueur, Walter, Fascism: A readers Guide. Analyses, Interpretations, Bibliography, PAÍS, Penguin, Harmondsworth, 1976; Woolf, Stuart, The nature of fascism, England, Weidenfeld and Nicolson, 1968; Linz, Juan, “Some notes toward a comparative study of fascism in sociological historical perspective” en Fascism: A readers Guide. Analyses, Interpretations, Bibliography, Laqueur, W (comp.), 1979, Penguin, Harmondsworth; Arendt, Hannah, Los orígenes del totalitarismo, España, Taurus, 1998; Schapiro, Leonard, Totalitarism, United States, Praeger, 1972; Mosse, George, La nacionalización de las masas, Marcial Pons, España, Ediciones de Historia, 2005.

7.

fn7 Mellón, Joan, “La sangre vale más que el oro. ¿Son fascistas las ideas-fuerza de la nueva derecha europea?” en El fascismo clásico (1919-1945) y sus epígonos, Joan Antón Mellón (coord.), España, Tecnos, 2012, pp. 237-262; Kallis, Aristotle, “El concepto de fascismo en la historia anglófona comparada” en El fascismo clásico (1919-1945) y sus epígonos, Joan Antón Mellón (coord.), España, Tecnos, 2012, pp. 15-70.

8.

fn8 Fernández, Fernando, España, Algo más que belleza. Influencia de la estética nazi en la cultura contemporánea, Biblioteca Nueva, 2015.

9.

fn9 Neuman, Franz, Behemoth. Pensamiento y acción en el nacionalsocialismo, México, Fondo de Cultura Económica, 1943.

10.

fn10 Bobbio, Norberto, México, Estado, gobierno y sociedad, Fondo de Cultura Económica, 2006. Pp. 168.

11.

fn11 Gentille, Emilio, Fascismo. Historia e interpretación, España, Alianza, 2004

12.

fn12 Polanyi, Karl, La gran transformación, México, Juan Pablo Editores, 1957.

13.

fn13 Vilas, Carlos, La democratización fundamental. El populismo en América Latina, México, Comp. Carlos Vilas, Consejo Nacional para la cultura y las artes, 1995.

14.

fn14 Rivero, Ángel, Javier Zarzalejos y Jorge del Palacio, Geografía del populismo. Un viaje por el universo del populismo desde sus orígenes hasta Trump, España, Tecnos, 2018; Krauze, Enrique, El pueblo soy yo, México, Debate, 2018.

15.

fn15 Melo, Julián, “Los tiempos del populismo. Devenir de una categoría polisémica” en Colombia Internacional, núm. 82, septiembre-diciembre, 2014, pp. 71-98, Colombia, Universidad de Los Andes, http://www.redalyc.org/pdf/812/81232436005.pdf Revisado última vez, 19 de julio de 2019; De la Torre, Carlos, “El populismo y la promesa de una democracia más inclusiva” en Geografía del populismo. Un viaje por el universo del populismo desde sus orígenes hasta Trump, coords, Ángel Rivero, Javier Zarzalejos y Jorge del Palacio, España, Tecnos, 2018, pp. 54-67; Ansaldi, Waldo, “A mucho viento poca vela. Las condiciones socio-histórias de la democracia en América Latina. Una introducción” en La democracia en América Latina, un barco a la deriva, ed. Waldo Ansaldi, Argentina, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2007, pp. 29-51. (Error 7: El enlace externo http://www.redalyc.org/pdf/812/81232436005.pdf debe ser una URL) (Error 8: La URL http://www.redalyc.org/pdf/812/81232436005.pdf no esta bien escrita)

16.

fn16 Surel, Yves, “Populismo y sistemas de partidos en Europa” en Del populismo de los antiguos al populismo de los modernos, México, Colegio de México, 2001, pp. 139-164

17.

fn17 Savarino, Franco, “Populismo: perspectivas europeas y latinoamericanas”, México, Espiral, septiembre-diciembre, 2006, pp. 77-94.

18.

fn18 Melzer, Ralf, “Populismo de derecha en Alemania”, Argentina, en Revista Nueva Sociedad, núm. 267, 2017.

19.

fn19 Dornbusch, Rudiger y Sebastián Edwards, “La macroeconomía del populismo” en Macroeconomía del populismo, México, Fondo de Cultura Económica, 1992, pp. 15-23.

20.

fn20 Op. cit.

21.

fn21 Freidenberg, Flavia, La tentación populista: una vía al poder en América Latina, España, Síntesis S. A., 2007.

22.

fn22 Dahrendorf, Ralf, “Sobre el populismo ocho observaciones”. México, En Metapolítica, núm. 4, pp. 99, 2005; Hermet, Guy, “Del populismo de los antiguos al populismo de los modernos”. En Del populismo de los antiguos al populismo de los modernos, Guy Hermet, Soledad Loaeza y Jean Francois Prud´Homme (Comps.): México, Colegio de México, 2001, pp. 13-33; Loaeza, Soledad, “La presidencia constitucional y la izquierda en el México post-autoritario”. En Izquierda, democracia y crisis política en México, Roger Bartra (Comp.) Nuevo México, Horizonte Editores, 2007, pp. 150-178; Mudde, Cas, “The Populist Zeitgeist”. Government and Oposition Vol 39: 542-563, 2004. Mudde, Cas, “Reflexiones sobre un concepto y su uso” en Letras Libres Nº160:16-20. México, Vuelta, 2012.

23.

fn23 Laclau, Ernesto, Política e ideología en la teoría marxista, México, Siglo XXI, 1986; Laclau, Ernesto, La razón populista, México, Fondo de Cultura Económica, 2005.

24.

fn24 Mouffe, Chantal, “El fin de la política y el populismo de derecha”, España, en Claves de la razón práctica, enero-febrero, num. 199, pp. 40-44, 2009 http://www.revistasculturales.com/revistas/15/claves-de-razon-practica/num/199/

25.

fn25 Rydgren, Jens, “The sociology of the radical right” en The annual review of sociology, 2007- 33, 2017, 241-262, Stockholms, http://jensrydgren.com/Sociology%20of%20the%20radical%20right.pdf?fbclid=IwAR3oteV0G7GqPmdxGXfo7KD65wLkE6GUJ0UfzhFgwLwWR7bT4rcHZuM6zmM

26.

fn26 A este respecto en la actualidad se debate acerca de emplear categorías como neofascismo o postfacismo para analizar fenómenos contemporáneos de derechas radicales a nivel internacional, sin embargo, esta posible redefinición del concepto tendría que separarse de las perspectivas clásicas que existen actualmente sobre el tema: Guamán, Adoración, Alfons Aragonés y Sebastián Martín (eds.), Neofascismo. La bestia neoliberal, España, Siglo XXI Editores, 2019; Traverzo, Enzo, Las nuevas caras de la derecha. Conversaciones con Régis Meyran, Argentina, Siglo XXI Editores, 2018.

27.

fn27 Hobsbawm, Eric, Naciones y nacionalismo desde 1780, España, Crítica- Grijalbo Mondadorí, 1998.

28.

fn28 Todorov, Tzvetan, Nosotros y los otros, México, Siglo XXI Editores,1989.

29.

fn29 Germani, Gino, Octavio Ianni y Torcuato Di Tella, Populismo y contradicciones de clase en Latinoamérica, México, Serie Popular Era, 1977. Ianni, Octavio, El colapso del populismo en Brasil, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1974; Ianni, Octavio, La formación del Estado Populista en América Latina, México, Serie Popular Era, 1980.

30.

fn30 Bobbio, Norberto, Izquierda y derecha, México, Taurus, 1995; y Rodríguez, Octavio, Derechas y Ultraderechas en el mundo, México, Siglo XXI Editores, 2008.

31.

fn31 Bianchi, Giorgio, Diccionario de Política l-z, México, Siglo XXI Editores, 2007. Pp. 1347.

32.

fn32 Bianchi, Giorgio, Diccionario de política l-z. México: Siglo XXI. 2007, p. 1347.

33.

fn33 Inclán, Eduardo, Marine Le Pen: Un nuevo rostro para la vuelta a la política ultranacionalista, Cuadernos de Pensamiento Político, (41), 2014, pp. 79-104. Recuperado de http://www.jstor.org/stable/24367916

34.

fn34 Op. Cit.

35.

fn35 Riestra, Laura, ¿Quién es Marine Le Pen? Estas son las 25 cosas que tienes que saber sobre ella, 2017, Huffington Post, recuperado de https://www.huffingtonpost.es/2017/02/06/perfil-marine-lepen-francia_n_14631156.html

36.

fn36 Esparza, Pablo, Marine Le Pen, la mujer de ultraderecha que ha sacudido la política de Francia y ahora va por la presidencia, 2017, BBC Mundo, recuperado de https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-39571215

37.

fn37 Teruel, Ana, Jean-Marie Le Pen es expulsado del Frente Nacional francés, 2015, El país, recuperado de https://elpais.com/internacional/2015/08/20/actualidad/1440095037_776827.html

38.

fn38 Op. Cit.

39.

fn39 Méndez, Luis, Entre 2014 y 2018 Francia ha sufrido ocho atentados terroristas, 2018, France 24, recuperado de https://www.france24.com/es/20180323-atentados-terroristas-francia-estado-islamico

40.

fn40 Op. Cit.

41.

fn41 Rassemblement National, Les 144 engagement, 2017, recuperado de https://rassemblementnational.fr/pdf/144-engagements.pdf

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