Educación, conocimientos indígenas y desarrollo en el Sur global: cuestionando los conocimientos para un futuro sostenible 1

Cinthya Scarlette Navarro Elenes

47. 2020 ; (49)


Nacido a finales de la década de los cuarenta en la ciudad de Oslo, Noruega, Anders Breidlid está especializado en temas relativos a estudios orientales y africanos, razón por la cual el grueso de sus trabajos se inclina hacia el análisis de los contextos nacionales que son considerados “subdesarrollados”, desde los parámetros occidentales hegemónicos. Particularmente, los temas que trabaja el autor refieren a la cuestión de la educación y del desarrollo. En este sentido, Educación, conocimientos indígenas y desarrollo en el Sur global representa el producto de años de preparación académica, reflexión teórica, y conocimiento práctico-empírico de la problemática de interés.

El trabajo de campo que contiene esta obra fue posible gracias al esfuerzo conjunto de sus estudiantes y asistentes de investigación. Es importante puntualizar que muchos de los países considerados presentaban condiciones sociales y políticas conflictivas. Asimismo, Breidlid reconoce el apoyo que recibió por parte de colegas, distintas universidades y del Consejo de Investigaciones de su propio país. Con una postura crítica, Breidlid reflexiona en esta obra sobre la educación occidental hegemónica, la cual excluye e invisibiliza los conocimientos y cosmovisiones de las minorías, de los países periféricos, de lo oriental, lo indígena, y todo lo que, en suma, se ha construido históricamente como “lo otro”. Una educación de este corte está inevitable e intencionalmente direccionada a legitimar y mantener el statu quo y la dominación global de una civilización eurocéntrica, capitalista, universalista, que además resulta intrínsecamente insostenible en términos ecológicos.

El autor enfatiza en la importancia de imaginar y teorizar respecto a otras alternativas, particularmente en la constitución de un tercer espacio que incorpore la multiplicidad de epistemologías que podrían contribuir a pensar un desarrollo humano sostenible, tanto en términos ecológicos, como sociales.

Así, una de las propuestas más ambiciosas de Breidlid es la que refiere a la construcción de un tercer espacio que permita el diálogo entre la epistemología occidental y las epistemologías indígenas. Si bien esta idea representa una alternativa de solución para el problema de sostenibilidad que conlleva el desarrollo histórico del capitalismo, exige también cuestionar el margen de negociación y participación para las poblaciones indígenas. Ello es relevante, considerando que están insertos en una relación de poder, donde Occidente no solo domina material y políticamente, sino también en términos cognitivos, a través de la educación eurocéntrica hegemónica.

Otro aspecto en torno a las propuestas de Breidlid reside en la cuestión de qué tanto se pretende una genuina autonomía de los pueblos indígenas a través de la reivindicación de sus epistemologías. Asimismo, cabe cuestionar qué tanto representa un discurso más de dominación, cuya finalidad implícita sería la apropiación e instrumentalización de los saberes indígenas, en beneficio de la civilización occidental, con el fin de asegurar el mantenimiento del sistema de producción capitalista.

El autor reconoce que la epistemología occidental hegemónica se gesta en relación de interdependencia con el capitalismo, por ello, se vuelve imposible cuestionar un elemento, ignorando el otro. En este sentido, la propuesta del tercer espacio, para no ser considerada un mecanismo más de dominación desde Occidente, precisa el cuestionamiento directo al capitalismo, que no solo ha sido responsable del deterioro ecológico mundial, sino también de la exclusión, la opresión y el exterminio de los pueblos indígenas y sus saberes.

De este modo, surgen diversos cuestionamientos a raíz de la naturaleza compleja de los temas discutidos en este libro. Cabe preguntarse, por ejemplo, qué tan factible es la coexistencia de epistemologías que propone Breidlid, considerando las raíces históricas (capitalistas) de la epistemología occidental; qué tanto hay una reivindicación de las epistemologías indígenas por un interés genuino del reconocimiento y el respeto a los pueblos, y qué tanto representa una intencionalidad instrumental ante la problemática ecológica. ¿Habría que desechar las epistemologías alternativas una vez solucionada la cuestión ambiental? Así, queda por desarrollar diversas líneas respecto al papel que tendrán las epistemologías indígenas frente a los cambios que plantea la cuestión ecológica.

La obra representa una referencia obligada para el público académico, particularmente para estudiantes que busquen introducirse a temáticas decoloniales. Simboliza, asimismo, una contribución en términos empíricos y teóricos, que puede ser fructífera para investigadores consolidados. La redacción del libro resulta sumamente sencilla e inteligible, mas no descuidada, permitiendo una lectura fluida. Si bien se ausentan ciertos elementos no textuales, como gráficas, tablas, cuadros e imágenes, la claridad del texto permite prescindir de estos. Asimismo, se considera que los argumentos que lo constituyen se sustentan apropiadamente, al ofrecer evidencias y referencias empíricas y teóricas cuando es necesario.

Los capítulos relativos al trabajo de campo, realizado en Sudáfrica, Sudán, Sudán del Sur, Cuba y Chile, se llevaron a cabo en contextos educativos de cada país, con población indígena (a excepción de Cuba). Estos capítulos están construidos mediante las problematizaciones de Breidlid en torno al modelo educativo occidental impuesto en los contextos analizados, así como a partir de la información recopilada empíricamente por medio de entrevistas. En estos apartados, es posible observar la articulación entre la investigación empírica y las reflexiones teóricas del autor.

Se comprueban dos de los objetivos de la obra: por un lado, que la arquitectura global de la educación hegemónica es un impedimento para el pleno desarrollo educativo de poblaciones que no se corresponden con la epistemología occidental; por otro lado, que en los espacios educativos de los países Sur están latentes resistencias y alternativas epistemológicas contrahegemónicas.

En cuanto a su estructura formal, las notas de cada página están contenidas al final del libro, según el orden de los capítulos. Proporcionan información relevante y necesaria, aunque definitivamente prescindible en el cuerpo del texto. Muchas de las notas hacen referencia a eventos y hechos empíricos, siendo este aspecto una de las fortalezas de Breidlid en lo que respecta a la sustentación de los argumentos. El índice, por otro lado, se corresponde completamente con los contenidos y, desde su revisión, se puede notar la claridad de la exposición de las ideas del autor. Mientras los capítulos 1, 2, 3 y 8 son fundamentalmente reflexiones teóricas, los capítulos 4, 5, 6 y 7 contienen los casos empíricos.

En la bibliografía se aprecian las referencias a autores occidentales europeos que Breidlid utiliza, no solo para cuestionar la epistemología hegemónica, sino también para exponer las críticas que se han desarrollado al interior de esta. Sin embargo, el grueso de su bibliografía refiere a autores africanos y a temáticas sobre población indígena, etnicidad, cultura, educación, sostenibilidad, entre otros relativos. Asimismo, se encuentran referencias sobre los contextos empíricos analizados.

Este libro permite, entre otras cosas, desmitificar la supuesta inmortalidad con la que se suele caracterizar al capitalismo. Deja en claro que este modo de producción es intrínsecamente insostenible, por lo cual su fin, más tarde o más temprano, resulta inminente. Se vuelve entonces pertinente la reivindicación crítica de las epistemologías indígenas para construir un nuevo modelo civilizacional: más respetuoso hacia la humanidad, hacia la multiplicidad de epistemologías y culturas, más respetuoso hacia la naturaleza.

Otro de los aportes relevantes que el lector puede encontrar en esta obra es que la educación, la escuela y el aula se consideran como espacios propicios para la descolonización del pensamiento. Esta es una constante a lo largo del libro: el autor incentiva al lector a pensar autocrítica y autorreflexivamente, a cuestionar desde qué parámetros epistemológicos estamos posicionados, y a imaginar alternativas de conocimiento y de desarrollo fuera del marco occidental. Breidlid inclusive retoma a autores e intelectuales europeos que, al interior de la epistemología occidental hegemónica, han tomado una postura crítica y, en ocasiones, hasta contrahegemónica.

En suma, Breidlid apuesta por la descolonización de la arquitectura global de la educación, en contra de que se imponga un modelo de desarrollo a los pueblos indígenas y a los países Sur, y a favor del diálogo y la interacción entre los universos epistemológicos. En esta obra, el autor nos recuerda que las alternativas y las resistencias son potencialidades constantes, tanto al interior de la epistemología occidental hegemónica, como en los países dominados por esta. No obstante, es necesario mantener una postura crítica, que reconozca en todo momento las configuraciones actuales de poder, y la condición de desigualdad en que, hasta el momento, acontecen las negociaciones e intercambios epistemológicos.


Notas
1.

fn1 De Anders Breidlid, Educación, conocimientos indígenas y desarrollo en el Sur global: cuestionando los conocimientos para un futuro sostenible, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Clacso, 2016, pp. 311.

Enlaces refback

  • No hay ningún enlace refback.




Licencia Creative Commons
TLA-MELAUA por Benemérita Universidad Autónoma de Puebla se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Basada en una obra en www.tlamelaua.buap.mx.